Joaquín Sabina publicó esta canción en su álbum: Dímelo en la calle (2002). La primera vez que se escucha esta
canción puedes preguntarte el porque de este título, pero según la escuchas
una, y otra, y otra vez te vas dando cuenta el por que. La historia que relata
en esta canción es sincera y humilde y sobre todo bastante “autobiográfica” ya
que hace un pequeño recorrido de cosas que han ido marcando la carrera de este
cantante.
"Yo tenía un botón sin ojal, un gusano
de seda,
medio par de zapatos de clown y un alma en
almoneda,
una hispano olivetti con caries, un tren
con retraso,
un carné del Atleti, una cara de culo de
vaso,
una nuez, o bocado de Adán, menos una
costilla,
una bici diabética, un cúmulo, un cirro, una
estrato,
un
camello del rey Baltasar, una gata sin gato,"
Solemos decir que justo antes de la muerte, ves tu vida
entera pasar ante tus propios ojos. Llevando eso a la letra de esta canción,
hace exactamente lo mismo. Todos tenemos recuerdos de pequeños, hasta el más
mínimo detalle puede pasar por nuestros ojos. Sólo con volver a ver algo que
hacía años que no veías se te vienen infinitos recuerdos a la memoria.
"Mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero,
mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres
Mosqueteros,
mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete
de copas,
el zaguán donde te desnudé sin quitarte la
ropa.
Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de
pulsera,
una lámpara de Alí Babá dentro de una
chistera,
no sabía que la primavera duraba un
segundo,
yo quería escribir la canción más hermosa
del mundo."
También puede pasar cuando vemos una película de hace
años, que nos sabemos de memoria, que nos encanta y tenemos que verla de
principio a fin. No sólo vienen los recuerdos de la película que estamos
viendo, sino también los recuerdos que tenemos de con quien veíamos esa o esas
películas.
En esta canción también nos cuenta alguna que otra
decepción que puede marcarte para el resto de tu vida, y más si es de esas
personas que te dicen que “la primavera duraba un segundo”.
"Frente al cabo de poca esperanza
arrié mi bandera,
si me pierdo de vista esperadme en la lista
de espera,
heredé una botella de ron de un clochard
moribundo,
olvidé
la lección a la vuelta de un coma profundo. Nunca pude cantar de un tirón la
canción de las babas del mar, del relámpago en vena, de las lágrimas para llorar cuando valga la pena, de la página encinta en
el vientre de un bloc trotamundos, de la gota de tinta en el himno de los iracundos. Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo."
Me gustaría resaltar: Yo quería escribir la canción más hermosa
del mundo. Supongo que sabréis porque… Para mi es una de las mejores
canciones de Sabina, aunque creo que en todas mis entradas digo lo mismo de
cada canción, pero me es imposible elegir una como “mi preferida”. Si algún día
me preguntan cual es la canción que más me gusta de Joaquín no sabría responder
y no podría decir cuál de ellas es la que se lleva el galardón.
Os dejo el enlace de “La canción más
hermosa del mundo”
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