viernes, 20 de diciembre de 2013

CONTIGO, como el perro y el gato.

CONTIGO, sin duda una de las canciones más conmovedoras y emotivas de ''el flaco de Úbeda''. Mi favorita entre todas, una canción que te llega a lo más profundo y con la que probablemente, la mayoría de nosotros, nos hemos sentido identificados alguna vez.

Contigo, está tomada como ejemplo barroco de la poesía sabiniana. Esta canción, perteneciente al disco Yo, mi, me, contigo, está considerada como una interesante comparación con el soneto de Quevedo ''Amor constante más allá de la muerte'', ya que hace un gran uso de la repetición en las estrofas que constituyen la primera y segunda partes de la canción, donde el «Yo no quiero» se repite dieciocho veces, formando por tanto, dieciocho versos endecasílabos, una de las métricas más recurridas del Barroco.

Además, el «Yo no quiero», en el cual predomina un narrador en primera persona, y su significado negativo, nos muestran una concepción del amor que lucha contra el aburguesamiento del sujeto, para oponerlo al final de cada estrofa a la afirmación de «Lo que yo quiero». 

Otras de las características por las cuales podemos calificar esta poesía de barroca es por que utiliza el ablativo absoluto, “corazón cobarde”, seguramente como vocatico referido al ''tú'' femenino.


Contigo habla de todo lo que se ha perdido, de todo lo que está a punto de perderse.... De lo que se quiere y lo que no. Del desgaste del amor, de la cotidianidad y de la pasión y la muerte. De la grandeza del amor, de la simpleza, de la renuncia, del amor cobarde. Al igual que en el último terceto del soneto de Quevedo, y en especial el último verso: “Polvo serán, mas polvo enamorado”, el estribillo de esta canción lo resume todo: la historia del perro y el gato, el ''ni contigo, ni sin ti''. 

Porque hay veces que el amor se vuelve civilizado, y tal serenidad mata al amor. E incluso queriendo domingos por la tarde, columpio en el jardín o París con aguacero, imágenes del amor perfecto, lo que realmente importa, muchacha de ojos tristes, es que mueras por mí


Sabina utiliza la ironía y el sarcasmo. La mordacidad, las asociaciones impertinentes, los juegos verbales… Sus letras, de uso corriente están entrelazadas con cultismos, contrastes y antítesis. Al igual que Quevedo, también Sabina “se apresuró a reír de todo para no tener que llorar”.

Como vemos, esta canción es pura poesía. Poesía cantada que sale de su alma y de su rasgada voz de fumador empedernido, rasgada por los años, curtida por la experiencia y vestida de las vivencias que convierte con maestría en inolvidables canciones como ésta.


Yo no quiero un amor civilizado,
Con recibos y escena del sofá;
Yo no quiero que viajes al pasado
Y vuelvas del mercado
Con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros;
Yo no quiero sembrar ni compartir;
Yo no quiero catorce de febrero
Ni cumpleaños feliz.


Yo no quiero cargar con tus maletas;

Yo no quiero que elijas mi champú;
Yo no quiero mudarme de planeta,
Cortarme la coleta,
Brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
Yo no quiero columpio en el jardín;
Lo que yo quiero, corazón cobarde,
Es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas

Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,

No me pidas llegar a fin de mes;
Yo no quiero comerme una manzana
Dos veces por semana
Sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
Yo no quiero besar tu cicatriz;
Yo no quiero parís con aguacero
Ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado;

No me digas volvamos a empezar;
Yo no quiero ni libre ni ocupado,
Ni carne ni pecado,
Ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;

Yo no quiero contigo ni sin ti;
Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
Es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas

Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

Pues ésta es la letra de la canción, pone los pelos de punta, ¿verdad?. ¿Quién no se ha sentido nunca así?, ¿cuántos de nosotros hemos escuchado esta canción y pensado ''es mi canción, parece que está escrita para mí...''. Pues sí, así me sentí yo la primera vez que la escuché. Y es que todos habremos tenido una relación ''imposible'', en la que llegamos a un punto que la otra persona a veces, está de más, pero nunca llega a sobrar. Esa persona a la cual mataríamos, pero sin la que no podemos vivir.

Aquí, en el soneto de Quevedo ''Amor constante más allá de la muerte'', podemos apreciar las comparaciones mencionadas con ''Contigo''.

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;

Mas no, de esotra parte, en la ribera, 
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría, 
Y perder el respeto a ley severa.


Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:

Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.



Y para terminar, os dejo esta cita del Maestro Sabina, que resume
completamente todo lo hablado hasta ahora.

NO SALGO A BUSCARTE PORQUE SÉ QUE

CORRO EL RIESGO DE ENCONTRARTE.


http://www.youtube.com/watch?v=FOJq2dYb4xI


MARINA ELIZALDE GUERRERO



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